Sobre este blog.

No es un blog convencional porque los posteos son correlativos de una historia total, por lo tanto si no los leen desde el primero no podrán entender el contexto.
Al la derecha están los capítulos anteriores.
Mi Esclava es el capítulo 1
El nacimiento es el capitulo 2

miércoles, 27 de agosto de 2008

Mi esclava. (Parte 5)

Pocos minutos pasaron hasta que apareció en la habitación, aún semidesnuda con el equipo de mate, se sentó en la cama y me cebó uno, yo lo recibí sin mirarla, como pendiente de la televisión. Lo extraño del caso es que nunca hacía eso si no se lo pedía y casi nunca me dejaba mirar la televisión alegando que se aburría, era muy común esa frase en ella, casi parecía que el maltrato la volvía buena pareja. Yo ni siquiera sabía que estaba mirando, mi mente solo fantaseaba con lo próximo que le haría y volvió la erección, estaba desnudo y se que ella lo notó pero no dijo nada, entonces la miré y le dije.
-Se paró, ocupate.
Si decir nada dejó la pava y comenzó a chuparla de nuevo, pero los dos sabíamos que esta vez no sería suficiente, luego de unos minutos, cuando ya la erección era total le dije.
-Ya sabés lo que tenés que hacer. Sinceramente no creí que lo hiciera por las buenas, pensé que iba a tratar de discutirlo o pedirme que no pero me equivoqué, de dio vuelta en la cama colocándose boca abajo y se bajó la bombacha hasta la mitad del muslo, con sus manos apretó la almohada y la mordió. Me enloqueció ese tipo de sumisión, sentía que estaba en el paraíso, que aceptara así sin mediar palabra algo que ella misma sabía que iba a ser muy doloroso, no solo por la falta de suavidad de mi parte sino por las lastimaduras que quedarían de la noche anterior. Esta vez aplicaría otra técnica más, además de la violencia usaría el desprecio.
Me subí sobre ella y la penetre de un golpe , mis manos apoyadas en la cama a los lados evitando que mi cuerpo la tocara, demostrándole que solo su culo me interesaba y nada más, no le toqué ni los pechos ni nada, solo los glúteos para separarlos y permitirme penetrar más profundo. Sus gritos eran muy fuertes pero se encargaba de ahogarlos en la almohada.
Resistía el dolor, resistía el desprecio, solo quedaba ver si lo resistía por mucho tiempo.
Yo había tenido un orgasmo hacía pocos minutos y esa situación por más que seguía excitandome terriblemente ya no me hacía perder el control por lo que sabía que podía durar lo que quisiera. Lo traté como una sesión de gimnasia, los movimientos fuertes y calculados, los ritmos diseñados para generar el mayor dolor pero sin cansarme demasiado, miré el reloj que marcaba las 9:20.
Quince minutos más tarde ya comenzaba a transpirar profusamente y ella levantó la cabeza y me gritó:
-Terminá por favor…. No aguanto más…
No dije nada, solo le empuje la cabeza contra la almohada para que se calle y ella volvió a morderla y siguió gritando apagadamente.
Quince minutos más, yo ya cuidaba mi respiración para evitar agitarme, el ritmo no había cambiado nada desde el inicio, sus gritos ya ella un sollozo con una pequeña queja en cada empuje, sus manos apretaban muy fuerte las sabanas totalmente revueltas, más, pensé, hace falta más.
A los 50 minutos ella solo lloraba, era independiente de mis empujes o de lo que yo hiciera, era un llanto parejo y yo ya no daba más, estaba realmente agotado y casi no sentía nada en el pene, no se si se había dilatado demasiado o el cansancio me quitaba sensibilidad, consideré que ya era suficiente, apuré el ritmo y terminé prácticamente al instante. Me levanté y me fui a bañar, estaba empapado en sudor y esta vez no había rastros de sangre.
Para cuando salí del baño ella estaba en la cocina, sentí ruidos ahí, me vestí y fui para allá, estaba cocinando, no lo podía entender, sé que no tiene lógica pero peor la trataba, más abusaba de ella y mejor pareja se volvía… Una idea alocada cruzó mi cabeza, ¿sería posible que siempre hubiera tenido a la mujer ideal a mi lado y no hubiera sabido como manejarla?. Quizás todos los conceptos sobre ser bueno para que sean bueno contigo eran un error, quizás no funciona así y yo pueda tener todo, el sexo que todo hombre sueña y una mujer que lo atienda…. ¿sería eso posible? ¿Sería eso real?... No lo sabía pero pensaba disfrutar de todo lo que pudiera mientras pudiera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una relación enfermiza, obsesiva, demencial y peligrosa.
Capaz de sacar de quicio a cualquiera, hasta a uno que la lee, siente una mezcla de emociones donde se conjugan la repulsión y el morbo.
Si bien su actitud hacia ella es despreciable como hombre y como persona, es coherente preguntarse que lleva a una mujer a soportar tantas humillaciones y volverse sumisa ante tal situación. Teniendo en cuenta su comentario en post anterior, ella tenía donde ir y lo más llamativo: no había una amenaza de vida de su parte si se iba, todo lo contrario, ese era el fin de este "juego" y su vida corría peligro si se quedaba.
Muy poca autoestima y valoración de parte de esa pobre chica, una persona enferma también, salvo que hubiera una recompensa o compensación muy importante que la hiciera tolerar y estimular esa locura.

Intimo y oscuro dijo...

Condesa, vas por el camino correcto en todo, falta poco para que entiendas lo que falta.